Con motivo de la epidemia de influenza en Mexico nuevamente este domingo no se realizó la Eucaristia en la Catedral de San Jose de Gracia, sin embargo aquí están el video de la Eucaristia del domingo junto con el sermon del P. Julio.
CUARTO DOMINGO DE PASCUA
COLECTA
Oh Dios, cuyo Hijo Jesús es el buen pastor de tu pueblo: Concede que, al escuchar su voz, reconozcamos a aquel que llama a cada uno de nosotros por su nombre, y le sigamos a donde nos guíe; quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA LECTURA
Los Hechos 4:(23-31) 32-37
Pedro y Juan, ya puestos en libertad, fueron a reunirse con sus compañeros y les contaron todo lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Después de haberlos oído, todos juntos oraron a Dios, diciendo: "Señor, tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, dijiste por medio del Espíritu Santo y por boca de tu siervo David: ¿Por qué se alborotan los pueblos? ¿Por qué hacen planes sin sentido? Los reyes y gobernantes de la tierra se rebelan, y juntos conspiran contra el Señor y contra su escogido, el Mesías.'
"Es un hecho que Herodes y Poncio Pilato se juntaron aquí, en esta ciudad, con los extranjeros y los israelitas, contra tu santo siervo Jesús, a quien escogiste como Mesías. De esta manera, ellos hicieron todo lo que tú en tus planes ya habías dispuesto que tenía que suceder. Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje sin miedo, y que por tu poder sanen a los enfermos y hagan señales y milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús." Cuando acabaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y anunciaban abiertamente el mensaje de Dios.
Todos los creyentes, que eran muchos, pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas sino que eran de todos. Los apóstoles seguían dando un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos o casas, los vendían, y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles, para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno. Tal fue el caso de un levita llamado José, natural de la isla de Chipre, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé, (que significa: "Hijo de Consolación"). Este hombre tenía un terreno y lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.
Palabra del Señor
CUARTO DOMINGO DE PASCUA
COLECTA
Oh Dios, cuyo Hijo Jesús es el buen pastor de tu pueblo: Concede que, al escuchar su voz, reconozcamos a aquel que llama a cada uno de nosotros por su nombre, y le sigamos a donde nos guíe; quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA LECTURA
Los Hechos 4:(23-31) 32-37
Pedro y Juan, ya puestos en libertad, fueron a reunirse con sus compañeros y les contaron todo lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Después de haberlos oído, todos juntos oraron a Dios, diciendo: "Señor, tú que hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, dijiste por medio del Espíritu Santo y por boca de tu siervo David: ¿Por qué se alborotan los pueblos? ¿Por qué hacen planes sin sentido? Los reyes y gobernantes de la tierra se rebelan, y juntos conspiran contra el Señor y contra su escogido, el Mesías.'
"Es un hecho que Herodes y Poncio Pilato se juntaron aquí, en esta ciudad, con los extranjeros y los israelitas, contra tu santo siervo Jesús, a quien escogiste como Mesías. De esta manera, ellos hicieron todo lo que tú en tus planes ya habías dispuesto que tenía que suceder. Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje sin miedo, y que por tu poder sanen a los enfermos y hagan señales y milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús." Cuando acabaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y anunciaban abiertamente el mensaje de Dios.
Todos los creyentes, que eran muchos, pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas sino que eran de todos. Los apóstoles seguían dando un poderoso testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y Dios los bendecía mucho a todos. No había entre ellos ningún necesitado, porque quienes tenían terrenos o casas, los vendían, y el dinero lo ponían a disposición de los apóstoles, para repartirlo entre todos según las necesidades de cada uno. Tal fue el caso de un levita llamado José, natural de la isla de Chipre, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé, (que significa: "Hijo de Consolación"). Este hombre tenía un terreno y lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.
Palabra del Señor
Pueblo: Demos gracias a Dios
SALMO 23
1. El Señor es mi pastor;*
nada me faltará.
2. En verdes pastos me hace yacer;*
me conduce hacia aguas tranquilas.
3. Aviva mi alma*
y me guía por sendas seguras por amor de su Nombre.
4. Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno;*
porque tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me infunden aliento.
5. Aderezarás mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;*
unges mi cabeza con óleo;
mi copa está rebosando.
6. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida,*
y en la casa del Señor moraré por largos días.
EPÍSTOLA
1 San Juan 3:1-8
Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no sabemos todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. Así pues, todo el que permanece unido a él, no peca; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.
Palabra del Señor
SALMO 23
1. El Señor es mi pastor;*
nada me faltará.
2. En verdes pastos me hace yacer;*
me conduce hacia aguas tranquilas.
3. Aviva mi alma*
y me guía por sendas seguras por amor de su Nombre.
4. Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno;*
porque tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me infunden aliento.
5. Aderezarás mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;*
unges mi cabeza con óleo;
mi copa está rebosando.
6. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida,*
y en la casa del Señor moraré por largos días.
EPÍSTOLA
1 San Juan 3:1-8
Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no sabemos todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro. Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. Así pues, todo el que permanece unido a él, no peca; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.
Palabra del Señor
Pueblo: Demos gracias a Dios
SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN
San Juan 10:11-16
Pueblo: ¡Gloria a ti, Cristo Señor!
SANTO EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN
San Juan 10:11-16
Pueblo: ¡Gloria a ti, Cristo Señor!
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; pero el que trabaja solamente por la paga, cuando ve venir al lobo deja las ovejas y huye, porque no es el pastor y porque las ovejas no son suyas. Y el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas direcciones.
Ese hombre huye porque lo único que le importa es la paga, y no las ovejas. "Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre, así también yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; y también a ellas debo traerlas. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Evangelio del Señor
Ese hombre huye porque lo único que le importa es la paga, y no las ovejas. "Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre, así también yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; y también a ellas debo traerlas. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Evangelio del Señor
Pueblo: Te Alabamos, Cristo Señor
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