miércoles, 23 de julio de 2008

Desde 1661 a la fecha...


"En el año del Nacimiento del Señor de mil seiscientos cincuenta i nueve, i ciento treinta i ocho de la conquista desta Nueva España, i de la fundación i erección deste Convento de Santa María de Gracia cuarenta i nueve años, gobernando la Santa Sede Apostólica nuestro Santísimo Padre el Señor Alejandro Séptimo i las Españas nuestro Católico Monarca el Señor Don Felipe Cuarto, i este Nuevo Reino de la Nueva España el Excelentísimo Señor Don Francisco Fernández de la Cueva, Duque de Alburquerque, Virrei, Gobernador i Capitán general della, i Presidente de su Real Audiencia. i esta diócesis el Ilustrísimo i Reverendísimo Señor Doctor Don Mateo Zaga de Bugueiro, Arzobispo desta Santa Iglesia, del Consejo de su Majestad, i Abadesa de dicho Convento la Reverenda Madre Catarina de San Juán. Hallándose la iglesia que se había fabricado en su fundación i erección maltratada i viniéndose abajo, así por lo antiguo de las paredes, como por lo dañado de los techos, se dispuso por las madres abadesas, con su definitorio i licencia de los Superiores, el pasar la iglesia a la sala que servía de portería i derribar la que estaba caiendo, i dando principio a la fábrica de los cimientos, empezó a labrarla, donde faltándole los reales i limosnas que para ello había, se había suspendido el proseguirla i también por hallarse dicho Convento por falta de patrón.

En cuia atención, viéndose el dicho convento sin tener quien pudiera proseguir la obra de su Iglesia ni persona a quien darle el Patronato, movido de Dios i de su cristiano pecho i ardiente caridad, Juan Navarro Pastrana, vecino desta ciudad i natural de la villa de Budía en los Reinos de Castilla, se ofreció el acabar la Iglesia con la calidad de que se había de nombrar del Gloriosísimo Patriarca Señor San José i el hacer su costa i expensas de su caudal dicha Iglesia, prosiguiéndola en la forma questán hechos los cimientos, i cubriéndola de bóvedas por la mayor perpetuidad, hacer el coro alto i bajo, sacristía, torre i retablo del altar mayor, teniendo licencia del señor arzobispo a que el convento e iglesia se había de dedicar al Glorioso Patriarca Señor San José i que su imagen se había de poner en las puertas principales de la Iglesia, mediante no haber otra Iglesia en esta ciudad del nombre del santo patriarca.

Cuia fábrica se hizo en dos años i ocho meses. En cuio tiempo del todo se perficinó i se dispuso su dedicación para el día veinte i siete de noviembre de mil seiscientos sesenta i uno, Primera Domínica de Adviento, día en que nuestra Iglesia la Santa Madre celebra los desponsorios de Nuestra Señora i Purísimo Patriarca Señor San José se bendijese por el señor doctor Don Alonso Ortín de Oraa Cura Propio del Sagrario Metropolitano de esta Santa Iglesia, Juez Provisor i Vicario General de todo el Arzobispado por el Ilustrísimo señor Doctor Don Mateo Zaga de Bugueiro, i el sábado veinte i seis, a las cuatro de la tarde salió de la Santa Iglesia Catedral la Procesión que se componía de todas las Cofradías i Hermandades desta Ciudad i debajo de la Cruz del Clero interpoladas, todas las sacristías Comunidades i después el Clero, quienes llevaban en hombros al imagen del Gloriosísimo Patriarca Señor San José, quien en sus manos traía las llaves i después acompañando al Santísimo Sacramento el Venerable Cabildo. Seguía después la Nobilísima Ciudad, quien llevaba incorporado en su cuerpo a Juan Navarro Pastrana. Después seguían los Tribunales, acompañando a la Real Audiencia, la cual iba presidiendo el excelentísimo Señor Don Juan de Leiva i La Cerda, Conde de Baños, Marqués de Ladrada, Virrei, Gobernador i Capitán General desta Nueva España.

Las calles por donde vino esta solemne precesión se vieron colgadas con ricos tapices i en las bocacalles se descubrían distintos monjibelos de fuego i en todo el ámbito que anduvo la precesión se repartieron cinco altares vistosamente dispuestos.

Dióse principio a la Octava, el dicho día veinte i siete de Noviembre, ocupando el altar el Mui Ilustre Venerable Señor Deán i Cabildo, i el púlpito el Señor Doctor i Maestro don Simón Esteban Beltrán i Alzate, canónigo magistral de esta Santa Iglesia i Catedrático de Sagrada Escriptura en la Real Universidad, autorizándole día los Tribunales, Real Audiencia i Virrei.
El segundo día, con asistencia del Tribunal de la Santa Inquisición, lo solemnizó la Religión del Señor Santo Domingo, siendo el predicador el Mui Reverendo Padre Maestro Frai Agustín Dorantes.
El Tercero día desempeñó su obligación la Seráfica familia, siendo el desempeño, en su oración, el Mui Reverendo Padre Frai Prudencio Bravo.
El cuarto día aplaudió tanta solemnidad la familia agustiniana publicando sus glorias el mui Reverendo Padre Maestro Frai Miguel de Consuegra.
El quinto día celebró tan solemne octava la religión Carmelitana, desempeñándose en el mismo modo que las demás religiones.
El Sexto día fue su desempeño la Sagrada Comunidad de Nuestra Señora de la Merced.
El Séptimo día como tan Madre, la Sagrada e Ilustre Compañía de Jesús, celebrándolo i aplaudiéndolo con un orador como el Padre Esteban de Aguilar.
I el último día, en que se cerró la Octava, fue el que dio el complemento a las alabanzas, el Mui Reverendo Padre Frai Nicolás de Prado".

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